Sólo con estar a mi lado by Sophie Saint Rose

Sólo con estar a mi lado by Sophie Saint Rose

autor:Sophie Saint Rose
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Romántico
publicado: 2018-09-15T22:00:00+00:00


—Estás muy callada —dijo Ronelle mirándola de reojo en la comida.

—Uy, perdona.

—No, si no tienes que darme conversación, pero si algo te preocupa, me gustaría que lo compartieras conmigo. Si puedo ayudarte…

Se puso roja como un tomate y Ronelle levantó una de sus cejas interrogante. Lo que le faltaba. Hablarlo con la jefa. Iba a ponerse muy contenta de que le preguntara si era adecuado acostarse con su nieto.

—No pasa nada. Es que es una cama extraña y no he dormido muy bien.

—Pobrecita, ¿tienes pesadillas?

—No. No es eso.

En ese momento entró Lisbeth en el salón y preguntó —¿Has limpiado el baño?

Se sonrojó porque después de que Kirk se fuera, sí que le había dado un repaso. —Un poco.

—No tienes que hacerlo. No es tu función en esta casa.

—Lisbeth tiene razón.

—Va, no me ha costado nada. —Miró su plato desganada y revolvió la comida de un lado a otro.

Las mujeres se miraron sonriendo con malicia y cuando levantó la cabeza la miraron inocentes. —Así que has dormido mal. Lo siento mucho.

—¿Has dormido mal? ¿Algo te inquieta? —preguntó Lisbeth acercándose hasta ponerse a su lado.

—Estoy bien.

—¿No será por dormir tan cerca del señorito? —preguntó la asistenta preocupada—. Te aseguro que el señorito es una persona de fiar.

—Claro que sí. No debes temer nada en esta casa. Sé que él te respetará como a una hermana.

Gimió interiormente sin poder creerse que estuvieran teniendo esa conversación. —Ha sido el colchón. Seguro. El mío está lleno de bultos y lo echo de menos.

La miraron aliviadas. —Igual te despertó Kirk al llegar anoche.

—No. Aún estaba despierta. —Sonrió a su jefa intentando cambiar de tema. —¿Qué quieres hacer esta tarde?

—Oh, no te preocupes por mí. Esta tarde vienen mis amigas para la partida de los jueves. Además, tienes que estudiar. Y no te vendría mal dormir una siestecita si no has pegado ojo.

Pues no era mala idea, porque cada vez estaba más cansada, ya que cada minuto que pasaba estaba más confundida. ¿Si quería sexo con él, lo iba a tener con todas las consecuencias? ¿Y eso que significaba? A ver si era un psicópata como sus amigos…

La abuela entrecerró los ojos observándola y Lisbeth hizo lo mismo. Ninette giró la cabeza moviendo el tenedor sobre el plato de nuevo. Pero no tenía pinta de psicópata. Y cómo besaba. Además, todavía no había escrito la carta a Bobby. Y tenía que estudiar… Se mordió el labio inferior pensando que además se iba de viaje tres meses. ¿Estaba dispuesta a echar una cana al aire con él y después de regresar seguir trabajando en su casa como si tal cosa? ¿Y si durante esos tres meses él conocía a otra y ella ya estaba tan enamorada que se llevaba un chasco horrible? Porque en la cama debía ser un hacha y ella ya estaba medio enamorada. Es sexo unía mucho. Muchísimo. Bueno, con Bobby no, pero Kirk tenía pinta de fundir sus neuronas con un orgasmo. Frunció el ceño mirando su plato. Encima era su jefe. O casi.



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